Fundador y director de Dar Loughat Granada
Queridos estudiantes,
Comencé mi carrera enseñando árabe como lengua extranjera en 2006 en Dar Loughat (Casa de los idiomas) en Tetuán, Marruecos, con mi amigo y colega, Zayd Benaboud. Desde entonces, después de dar la bienvenida a nuestras escuelas a estudiantes de todo el mundo, incluidos algunos de Harvard, Oxford y Cambridge, constantemente me preguntaba cómo romper la barrera psicológica para hacer que el idioma árabe sea más accesible y fácil de aprender. ¿Cómo podemos convertir el aprendizaje de un idioma en un puente para conocernos mejor a nosotros mismos, romper nuestros prejuicios y vivir en un mundo mejor? Descubrí además de desarrollar nuestra excelente metodología, basada en la habilidad de la comunicación, que había otro aspecto importante: la inteligencia emocional.
Nuestros estudiantes no solo aprenden y practican el árabe en Granada, tienen la oportunidad de vivir una experiencia única
A través de cursos de caligrafía andaluza, cocina, música, relajación y apreciación de los jardines andaluces, nuestros estudiantes no solo aprenden y practican el árabe en las calles milenarias de Granada, sino que también tienen la oportunidad de vivir una experiencia única y disfrutar de la gran civilización de Al Andalus, que nos recuerda que todos somos iguales.
Queridos estudiantes,
Comencé mi carrera enseñando árabe como lengua extranjera en 2006 en Dar Loughat (Casa de los idiomas) en Tetuán, Marruecos, con mi amigo y colega, Zayd Benaboud. Desde entonces, después de dar la bienvenida a nuestras escuelas a estudiantes de todo el mundo, incluidos algunos de Harvard, Oxford y Cambridge, constantemente me preguntaba cómo romper la barrera psicológica para hacer que el idioma árabe sea más accesible y fácil de aprender. ¿Cómo podemos convertir el aprendizaje de un idioma en un puente para conocernos mejor a nosotros mismos, romper nuestros prejuicios y vivir en un mundo mejor? Descubrí además de desarrollar nuestra excelente metodología, basada en la habilidad de la comunicación, que había otro aspecto importante: la inteligencia emocional.
Nuestros estudiantes no solo aprenden y practican el árabe en Granada, tienen la oportunidad de vivir una experiencia única
A través de cursos de caligrafía andaluza, cocina, música, relajación y apreciación de los jardines andaluces, nuestros estudiantes no solo aprenden y practican el árabe en las calles milenarias de Granada, sino que también tienen la oportunidad de vivir una experiencia única y disfrutar de la gran civilización de Al Andalus, que nos recuerda que todos somos iguales.
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